Contexto histórico, político y social del "Lazarillo de Tormes"
El Lazarillo es una obra escrita a mediados del siglo XVI (las primeras ediciones se publicaron en el año 1554) durante el reinado de Carlos V (1516-1556), de modo que muchos de sus rasgos de corresponderán con su contexto histórico. En el siglo XV surgió el movimiento artístico y cultural del Renacimiento, el cual se centraba principalmente en la búsqueda de los modelos de la Antigüedad clásica. Si bien es cierto que el Lazarillo no se corresponde con todos los ideales de este movimiento (cuyo fin se sitúa en el siglo XVI), es inevitable que presente algún rasgo relacionado con el Renacimiento. Un buen ejemplo es el hecho de que la obra esté escrita en forma de carta o epístola, ya que fue un género (según la crítica) utilizado frecuentemente por los renacentistas y humanistas (seguidores del Humanismo, movimiento intelectual del siglo XIV y estrechamente ligado al Renacimiento) del siglo XVI, sobre todo entre 1540 y 1560.
El tema de la obra (la narración de un caso), por su parte, no es propiamente renacentista. Sin embargo, podemos relacionarlo con otro género muy conocido en la época de Carlos V: las relaciones de sucesos, textos que narraban un suceso o acontecimiento verídico ocurrido para informar al público. En este sentido, según los expertos,el Lazarillo está escrito como si fuera una relación o informe sobre si mismo, en lugar de un relato literario.
En cuanto al formato de las publicaciones, dos de las ediciones se correspondían con la llamada "literatura de cordel1" de la época: impresión sencilla, pocas páginas, un título atractivo y una viñeta ilustrativa en la portada relacionada con la obra (las figuras del ciego y el mozo). Estos detalles nos indican que la obra fue publicada de una forma que en aquellos tiempos estaba en auge debido a su bajo costo. Así pues, es lógico que el Lazarillo gozara de tan gran exito y difusión.
Otra característica importante es que la obra fue en el primer índice inquisitorial general (1559), lista de libros prohibidos por la Inquisición. La Inquisición fue una institución eclesiástica fundada en 1478 para velar por la conservación y mantenimiento de la fe católica en el territorio de la Península. Sus actuaciones no solo se limitaron a prohibir libros considerados ofensivos para la fe, sino también a reprimir o perseguir a los judíos y a los protestantes o incluso a condenar a las personas acusadas de practicar la brujería, entre otras cosas. Si el Lazarillo fue incluido en el índice fue por la dura crítica anticlerical que se desprende de ella, rasgo que podemos enlazar con el erasmismo que se extendió durante la época a raíz del Concilio de Trento (1545-1563). Quizás por este motivo el autor se mantuvo anónimo deliberadamente, para protegerse de la Inquisición.
Muchos personajes de la obra representan no solo figuras propias de la sociedad española del siglo XVI, sino también hechos relacionados con las distintas categorias sociales. Por ejemplo, el escudero corresponde a una categoría social nobiliaria en decadencia a partir del siglo XV a causa de la inflación de precios a partir de la importación de oro y plata de América: el hidalgo, estamento más bajo de la nobleza. Así pues, muchos hidalgos se quedaron sin renta, aunque no quisieron trabajar ni mendigar por arriesgarse a perder su honor. Como podemos ver, es exactamente lo mismo que le ocurre al escudero, el tercer amo de Lázaro, pues carece de recursos y de los medios necesarios para subsistir.
Precisamente en la sociedad española de aquellos años se distinguían un total de tres tipos de pobres: los pobres legítimos (personas que realmente no disponen de medios económicos ni reúnen todas las condiciones para trabajar), los pobres vergonzosos (personas que no disponen de medios económicos pero que pueden trabajar y no quieren por considerarlo una actividad de baja condición social) y los pobres fingidos (personas que no disponen de medios económicos pero que sí podrían trabajar y prefieren mendigar u otras actividades que les permitan beneficiarse de algo con poco esfuerzo). El escudero perteneceria sin lugar a dudas al grupo de los pobres vergonzosos, mientras que el ciego seria un pobre legítimo que se las apaña para sobrevivir. Lázaro, por su parte, cuando es despedido por el clérigo de Maqueda y antes de encontrarse con el escudero, durante un tiempo vive como un pobre vergonzoso porque se dedica a pedir limosna aun cuando se recupera de la herida infligida por su segundo amo: Y mientras estaba malo siempre me daban alguna limosna; mas después que estuve sano todos me decían: - Tú bellaco y gallofero eres. Busca, busca un amo a quien sirvas (tratado III). Sin embargo, cuando vive con el escudero, Lázaro se convierte automáticamente en un pobre legítimo., razón por la que las vecinas terminan por apiadarse de él.
Según la crítica, entre los años 1544 y 1546 en Toledo se aplicó una reforma que permitía que solo los pobres legítimos se beneficiaran de la caridad pública, por lo que se intentaba que todas las personas trabajaran de un modo u otro.
En cuanto al comportamiento, los personajes de la obra también reflejan las costumbres e ideas de la sociedad del siglo XVI. Nos concentramos específicamente en la importancia del vestido, el cual reflejaba las distintas jerarquías sociales. De nuevo, el escudero es un buen ejemplo de esta forma de pensar, ya que siempre va bien vestido y peinado para mantener una apariencia honrado. Sin embargo, el caso del protagonista también es muy interesante porque cuando consigue ahorrar lo primero que hace es comprarse ropa (aunque está usada) y buscar un oficio mejor que el de vender agua: ahorré para me vestirme muy honradamente de la ropa vieja (tratado VI).
Otro elemento interesante son las bulas que vende el personaje del buldero. Las bulas eran documentos sellados religiosos que otorgaban el perdón al comprador por haber pecado o les dispensaban de algunas obligaciones (por ejemplo, permitía comer carne durante la Cuaresma). La venta de estos documentos permitían costear las Cruzadas ("Expedición militar contra los infieles, especialmente para recuperar los Santos Lugares [...]" RAE, s.v cruzada), sin embargo, durante el reinado de Carlos V, estas también se convirtieron en un impuesto que tenían que pagar cada tres años todos los hombres, mujeres y niños que habían adquirido una bula.
Por último, hablaremos de dos alusiones a acontecimientos históricos que encontramos presentes en la obra. La primera es la batalla de los Gelves (actual isla de Yerba, situada al norte de África, que pertenece a Túnez), expedición organizada en 1510 por el noble y militar español don García de Toledo para luchar contra el Imperio turco otomano. Esta expedición es referida por la madre del protagonista cuando entrega a su hijo al ciego ([el ciego] me pidió a mi madre y y ella me encomendo a el, diciéndole como era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves). La segunda aparece justo al final de la obra, cuando Lázaro afirma que su narracion fue escrita el mesmo año que nuestro victorioso Emperador (Carlos V) en esta insigne ciudad de Toledo entró y tuvo en ella Cortes y se hicieron grandes regocijos. Las Cortes de Toledo (reunión de los representantes de la Corona de Castilla) se celebraron en 1525 y también entre 1538-1539, sin embargo, los expertos opinan que la obra podria situarse en cualquiera de los dos momentos en que se celebraron dichas Cortes.
1"Obras populares, como romances, novelas cortas, comedias, vidas de santos, etc., que se imprimían en pliegos sueltos y para venderlos se solían colgar de unos bramantes puestos horizontalmente en los portales, tiendas y mercados" (RAE, s.v pliegos de cordel).
El tema de la obra (la narración de un caso), por su parte, no es propiamente renacentista. Sin embargo, podemos relacionarlo con otro género muy conocido en la época de Carlos V: las relaciones de sucesos, textos que narraban un suceso o acontecimiento verídico ocurrido para informar al público. En este sentido, según los expertos,el Lazarillo está escrito como si fuera una relación o informe sobre si mismo, en lugar de un relato literario.
En cuanto al formato de las publicaciones, dos de las ediciones se correspondían con la llamada "literatura de cordel1" de la época: impresión sencilla, pocas páginas, un título atractivo y una viñeta ilustrativa en la portada relacionada con la obra (las figuras del ciego y el mozo). Estos detalles nos indican que la obra fue publicada de una forma que en aquellos tiempos estaba en auge debido a su bajo costo. Así pues, es lógico que el Lazarillo gozara de tan gran exito y difusión.
Otra característica importante es que la obra fue en el primer índice inquisitorial general (1559), lista de libros prohibidos por la Inquisición. La Inquisición fue una institución eclesiástica fundada en 1478 para velar por la conservación y mantenimiento de la fe católica en el territorio de la Península. Sus actuaciones no solo se limitaron a prohibir libros considerados ofensivos para la fe, sino también a reprimir o perseguir a los judíos y a los protestantes o incluso a condenar a las personas acusadas de practicar la brujería, entre otras cosas. Si el Lazarillo fue incluido en el índice fue por la dura crítica anticlerical que se desprende de ella, rasgo que podemos enlazar con el erasmismo que se extendió durante la época a raíz del Concilio de Trento (1545-1563). Quizás por este motivo el autor se mantuvo anónimo deliberadamente, para protegerse de la Inquisición.
Muchos personajes de la obra representan no solo figuras propias de la sociedad española del siglo XVI, sino también hechos relacionados con las distintas categorias sociales. Por ejemplo, el escudero corresponde a una categoría social nobiliaria en decadencia a partir del siglo XV a causa de la inflación de precios a partir de la importación de oro y plata de América: el hidalgo, estamento más bajo de la nobleza. Así pues, muchos hidalgos se quedaron sin renta, aunque no quisieron trabajar ni mendigar por arriesgarse a perder su honor. Como podemos ver, es exactamente lo mismo que le ocurre al escudero, el tercer amo de Lázaro, pues carece de recursos y de los medios necesarios para subsistir.
Precisamente en la sociedad española de aquellos años se distinguían un total de tres tipos de pobres: los pobres legítimos (personas que realmente no disponen de medios económicos ni reúnen todas las condiciones para trabajar), los pobres vergonzosos (personas que no disponen de medios económicos pero que pueden trabajar y no quieren por considerarlo una actividad de baja condición social) y los pobres fingidos (personas que no disponen de medios económicos pero que sí podrían trabajar y prefieren mendigar u otras actividades que les permitan beneficiarse de algo con poco esfuerzo). El escudero perteneceria sin lugar a dudas al grupo de los pobres vergonzosos, mientras que el ciego seria un pobre legítimo que se las apaña para sobrevivir. Lázaro, por su parte, cuando es despedido por el clérigo de Maqueda y antes de encontrarse con el escudero, durante un tiempo vive como un pobre vergonzoso porque se dedica a pedir limosna aun cuando se recupera de la herida infligida por su segundo amo: Y mientras estaba malo siempre me daban alguna limosna; mas después que estuve sano todos me decían: - Tú bellaco y gallofero eres. Busca, busca un amo a quien sirvas (tratado III). Sin embargo, cuando vive con el escudero, Lázaro se convierte automáticamente en un pobre legítimo., razón por la que las vecinas terminan por apiadarse de él.
Según la crítica, entre los años 1544 y 1546 en Toledo se aplicó una reforma que permitía que solo los pobres legítimos se beneficiaran de la caridad pública, por lo que se intentaba que todas las personas trabajaran de un modo u otro.
En cuanto al comportamiento, los personajes de la obra también reflejan las costumbres e ideas de la sociedad del siglo XVI. Nos concentramos específicamente en la importancia del vestido, el cual reflejaba las distintas jerarquías sociales. De nuevo, el escudero es un buen ejemplo de esta forma de pensar, ya que siempre va bien vestido y peinado para mantener una apariencia honrado. Sin embargo, el caso del protagonista también es muy interesante porque cuando consigue ahorrar lo primero que hace es comprarse ropa (aunque está usada) y buscar un oficio mejor que el de vender agua: ahorré para me vestirme muy honradamente de la ropa vieja (tratado VI).
Otro elemento interesante son las bulas que vende el personaje del buldero. Las bulas eran documentos sellados religiosos que otorgaban el perdón al comprador por haber pecado o les dispensaban de algunas obligaciones (por ejemplo, permitía comer carne durante la Cuaresma). La venta de estos documentos permitían costear las Cruzadas ("Expedición militar contra los infieles, especialmente para recuperar los Santos Lugares [...]" RAE, s.v cruzada), sin embargo, durante el reinado de Carlos V, estas también se convirtieron en un impuesto que tenían que pagar cada tres años todos los hombres, mujeres y niños que habían adquirido una bula.
Por último, hablaremos de dos alusiones a acontecimientos históricos que encontramos presentes en la obra. La primera es la batalla de los Gelves (actual isla de Yerba, situada al norte de África, que pertenece a Túnez), expedición organizada en 1510 por el noble y militar español don García de Toledo para luchar contra el Imperio turco otomano. Esta expedición es referida por la madre del protagonista cuando entrega a su hijo al ciego ([el ciego] me pidió a mi madre y y ella me encomendo a el, diciéndole como era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves). La segunda aparece justo al final de la obra, cuando Lázaro afirma que su narracion fue escrita el mesmo año que nuestro victorioso Emperador (Carlos V) en esta insigne ciudad de Toledo entró y tuvo en ella Cortes y se hicieron grandes regocijos. Las Cortes de Toledo (reunión de los representantes de la Corona de Castilla) se celebraron en 1525 y también entre 1538-1539, sin embargo, los expertos opinan que la obra podria situarse en cualquiera de los dos momentos en que se celebraron dichas Cortes.
1"Obras populares, como romances, novelas cortas, comedias, vidas de santos, etc., que se imprimían en pliegos sueltos y para venderlos se solían colgar de unos bramantes puestos horizontalmente en los portales, tiendas y mercados" (RAE, s.v pliegos de cordel).
xd
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